La gran mayoría de niños nacen sin lunares en su piel, sin embargo, con el paso de los años, es frecuente que vayan apareciendo.

En nuestro blog de hoy hablaremos sobre qué son los lunares habituales que tenemos en la piel y por qué aparecen, además de explicaros qué debéis vigilar en ellos para que así sepáis cuándo consultar al pediatra o al dermatólogo.

¿Qué es un lunar?

Los lunares, o su nombre técnico nevus, son una proliferación de células en la piel, es decir, un acúmulo de muchas células de un tipo específico donde habitualmente hay solo unas pocas. Dependiendo de qué tipo de células se acumulen darán lugar a los diferentes tipos de nevus o lunares. En el caso de los lunares a los que nos referimos, los lunares ‘vulgares’, lo que se acumula son melanocitos, por se les denomina nevus melanocíticos.

Estos melanocitos segregan melanina, un pigmento que otorga a la piel un color más o menos moreno, por ello, los nevus melanocíticos se ven en la piel como una manchita de color marrón.

¿Por qué aparecen los lunares?

No existe una causa clara, pero si conocemos ciertos factores predisponentes como pueden ser:

  • La predisposición genética, los niños con padres con muchos lunares suelen ser los que más lunares desarrollan.
  • Una exposición solar intensa e intermitente sin protección predispone a que un niño tenga más o menos lunares en un futuro. Por eso en edades avanzadas, es normal encontrar más nevus en zonas que han estado expuestas al sol.
  • Niños con la piel más clara son más propensos a tener lunares respecto a los niños con piel más oscura.

¿Por qué es importante revisar los lunares?

Los nevus tienen una pequeña posibilidad de convertirse en melanoma, que es un cáncer de piel. Aunque es raro en la edad pediátrica, puede aparecer ocasionalmente en la pubertad. El melanoma es excepcional a edades tempranas.

¿Cada cuánto deben revisarse los lunares en los niños?

Depende de muchos factores, y debe decidirlo un dermatólogo. Por lo general dependerá del tipo de piel del niño, la cantidad y tipo de lunares que tiene, el momento de aparición y los antecedentes familiares. También influirá el tipo de exposición solar que haya recibido o esté recibiendo el niño.

¿Qué cambios deben hacernos sospechar que un lunar es peligroso?

Es importante que sepamos que cambios deben alertarnos para consultar con un dermatólogo para la revisión del lunar. Sobre todo, nos basaremos en la regla del ABCD.

  • Cuando un lunar muestre una Asimetría evidente, es decir, que no tengan una forma regular.
  • Cuando los Bordes del lunar sean irregulares o diferentes por zonas.
  • Cuando un lunar presente varios Colores.
  • Cuando haya un crecimiento importante de Diámetro, sobre todo si ha sido un cambio repentino.

En cualquier caso, hay que saber que los nevus en los niños suelen estar más activos que en el adulto, y no siempre que veamos un cambio de los mencionados va a significar que el nevus está volviéndose peligroso.

¿Qué podemos hacer como prevención?

Lo primero es extremar al máximo las medidas de protección solar.  Hay que evitar las horas de máxima radiación, proteger al niño con ropa y fotoprotectores, renovándolos con frecuencia, y, sobre todo, evitar las quemaduras solares, pues son un factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel.

Es un error frecuente pensar que los lunares deben protegerse más que el resto del cuero. Esto no es así, la protección solar debe aplicarse por igual en toda la piel y debe protegerse por igual. Os recordamos que la Asociación Española de Pediatría recomienda el uso en niños de filtros solares con 50 FPS ante actividades en las que la exposición solar es prolongada

Por otra parte, es recomendable acudir a las visitas de revisión de nuestro pediatra o dermatólogo, así como si detectamos en sus lunares un cambio que nos llame la atención.

Como conclusión…

Aunque la probabilidad de malignizar es baja es importante distinguir entre los lunares normales y los que requieren atención médica. La mayoría de los lunares en los niños son benignos y no representan un riesgo para la salud. Sin embargo, si observas cambios en un lunar existente o la aparición de un nuevo lunar que presenta signos de alerta, es importante consultar a un especialista.

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