El cuidado adecuado de la boca de nuestros niños evita problemas bucales a corto, medio y largo plazo, por lo que es importante que, desde la salida de los primeros dientes, realicemos un adecuado seguimiento de su evolución y una correcta limpieza de los mismos.

En el post de hoy te contamos algunos detalles importantes que debes de tener en cuenta a la hora de realizar una adecuada higiene dental.

¿Qué entendemos por caries?

La caries dental es un crecimiento excesivo de las bacterias que todos tenemos en la boca y que producen ácidos que dañan los dientes. La caries da lugar a la destrucción del tejido duro del diente lo que puede generar infecciones secundarias de los tejidos que rodean al diente (los flemones). La caries es una enfermedad muy frecuente. Estudios recientes cifran que en España hasta el 20% de los niños de entre 3 y 4 años la sufre.

¿Por qué se produce la caries?

Ese sobrecrecimiento de bacterias se produce por un desequilibrio entre los factores que nos protegen de la caries (como la higiene dental o la saliva que actúa neutralizando) y de los que la favorecen, como una dieta rica en azúcares (sobre todo glucosa, fructosa y sacarosa), siendo lo más influyente en su aparición la presencia continuada y frecuente de este tipo de azúcares en la boca.

¿Cómo puedo prevenir la caries dental?

En primer lugar, debemos evitar el consumo frecuente de dulces o productos con alto contenido en azúcar, ya que como hemos comentado, una dieta rica en azucares favorece el desarrollo de las caries. Por el contrario, una alimentación adecuada y equilibrada garantiza unos dientes sanos y fuertes.

Por otro lado, el punto más fundamental para prevenir la caries dental es la higiene bucal. Está demostrado que el cepillado dental con pasta fluorada es capaz de mantener a raya a las bacterias de la boca y con ello prevenir la caries dental.

¿Desde cuándo debe lavarse los dientes? ¿Cómo debo de hacerlo en función de su edad?

La higiene bucal debe comenzar desde la erupción del primer diente de leche, al menos dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche tras la última toma del leche o comida. Debe hacerse de forma suave, tanto por la parte delantera de los dientes como por la trasera.

Para niños entre 0 y 3 años se recomienda utilizar un cepillo dental de lactantes con pasta dental de 1000 ppm (partes por millón) de ion flúor, en cantidad equivalente a un grano de arroz o una pequeña mancha.

Para niños entre 3 y 6 años, la cantidad de pasta dental con 1000 ppm de ion flúor, debe ser equivalente a un guisante.

A partir de los 6 años, se recomienda cambiar a una pasta dental con 1450ppm de flúor (como los adultos) y la cantidad equivalente a un guisante. En niños con riesgo elevado de caries se podrá aumentar la cantidad de flúor en la pasta, pero esto deberá ser prescrito por un odontopediatra.

Hasta que el niño tenga la capacidad de hacerlo por él solo (alrededor de los 7 años) son los padres los que deben cepillar los dientes de sus hijos de forma directa por debajo de los 4 años y a partir de ahí, a medida que vayan ganado en autonomía, supervisando siempre que la duración del cepillado o la cantidad de pasta es suficiente. Si fuera necesario les daríamos un repaso para asegurar que el cepillado ha sido correcto.

¿Qué otras recomendaciones debo saber?

Respecto al recambio de los cepillos, éstos deben cambiarse cada 3 o 6 meses, cuando las cerdas tengan un aspecto desgastado o si su hijo ha estado enfermo.

En relación al tiempo de cepillado se recomienda que los niños deben cepillarse los dientes durante 2 minutos.

El uso de hilo dental es otra parte fundamental de la rutina de cuidado bucal de su hijo. Enseñe a su hijo a usar el hilo dental al menos una vez al día. Puede comprar el hilo que viene con un mango para que sea más fácil de usar.

También debe enseñarle a su hijo a cepillarse la lengua. Esto ayuda a reducir la cantidad de bacterias en la boca.

¿Cómo puedo motivarlo para realizar la limpieza dental diaria?

En primer lugar, es muy recomendable que los padres os lavéis los dientes en presencia de vuestros hijos. Los niños aprenden por imitación y si os ven con un cepillo en la mano seguro que pronto adquirirán el hábito del cepillado. Al habituar al niño a una correcta limpieza dental suave, se creará un patrón de cuidados bucales que lo acompañarán durante el resto de su vida.

Además, podéis fomentar la higiene dental con estos consejos:

  • Vuestro hijo puede ayudar a escoger su propio cepillo de dientes entre los recomendados para su edad.
  • Vuestro hijo puede ayudar a escoger la pasta de dientes y el sabor que más le guste.
  • Lee con él un libro o algún video que hable de la higiene dental.
  • Podéis usar una canción que le guste de al menos un par de minutos para llevar la cuenta del tiempo.
  • Podéis ofrecer alguna recompensa si cumple con un buen cuidado bucal. No en forma de comida o golosinas azucaradas.

¿Y si no sabe enjuagarse?

Las recomendaciones actuales sobre higiene dental no contemplan la necesidad de enjuagarse tras el cepillado dental, ya que, si nos enjuagamos después de cepillarnos, estaríamos impidiendo que el flúor realice todo el efecto, por lo que hay que hacer es escupir el exceso de pasta, pero no enjuagarnos.

En los niños pequeños que no saben escupir no debemos preocuparnos, ya que, como hemos dicho, la cantidad que se usa en ellos es muy pequeña y, además, se necesitaría que se tragaran mucha más cantidad de la que usamos para lavarles los dientes cada día como para que tenga efectos secundarios.

¿Y a partir de cuándo deben los niños ir al odontopediatra?

Se recomienda iniciar las revisiones por un odontopediatra desde el primer año de vida.

El objetivo de esta visita tan temprana es por un lado detectar problemas ya existentes, pero sobre todo instruir a los padres sobre el cuidado de los dientes de vuestros hijos con el objetivo de que no tengan caries y problemas futuros.

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