Como adelantamos en entradas anteriores del blog, a partir de los 9 meses, comienza una de las etapas más preguntadas en las consultas, los desplazamientos.
Al comienzo el desplazamiento será de tipo reptación. Aunque ya hayan alcanzado la cuadrupedia y sean capaces de soltar una mano desde esta posición para alcanzar algún juguete en altura, la coordinación del gateo es más compleja, un patrón cruzado que combina ambos brazos y ambas piernas, por lo que será mucho más sencillo para ellos desplazarse reptando como una serpiente. Podremos notar cuando se coloquen en cuadrupedia que muchos comienzan un balanceo, intentan desplazarse pero les cuesta, siempre hacemos la comparación a modo de broma de: “está configurándose”. Pero es así, saben lo que quieren pero aún buscan las estrategias para poder conseguirlo. Será sobre los 10 meses cuando aparezca el gateo tal y como lo conocemos.

¿Qué recomendaría para esta etapa y su estimulación? Juguetes con ruedas, pelotas… cualquier juguete que podamos empujar y desplazarlo. De esta forma crearemos ese interés de ir detrás de ellos para volver a empujarlo. Otro buen juguete, volvemos a repetir, es la familia, además del desplazamiento conseguiremos una interacción social y vínculo muy positiva, jugando con ellos a que nos persigan por casa, por ejemplo.

En bipedestación, una vez que afiance alcanzar objetos desde atrás podemos incluir ofrecerle objetos desde abajo, es decir, una vez está de pie, apoyado en el sofá, le introducimos el juguete desde el suelo, intentando que no caiga y se siente para cogerlo, sino que se agache poco a poco hasta alcanzarlo. Esto es un movimiento complicado, ya que requiere de mayor fuerza en las piernas, muchos perderán el equilibrio y caerán pero, como hemos dicho anteriormente, no-pasa-nada. Para evitar estas situaciones siempre hay trucos, podemos empezar poco a poco, introduciendo el juguete a la altura de su muslo, luego rodilla y así poco a poco ir bajando hasta dejarlos directamente en el suelo. Buscamos que se agache y vuelva a levantarse, por lo que siempre le pediremos que lo coja y lo coloque en el sofá, en la mesa o donde estemos jugando con él.

Al final de la etapa, sobre los 10 meses, comenzarán a soltar ambas manos de apoyo en bipedestación, en estático, sin marcha. Normalmente mientras manipulan algún juguete con ambas manos. Otra forma que solemos hacer para que suelten ambas manos es ofrecerle 2 juguetes, de manera que no puedan usar solo 1 mano para cogerlo y tenga que usar las 2, liberando ambas del apoyo. Al comienzo, como siempre, perderán el equilibrio hasta que poco a poco vayan afianzando la posición.

Otros hitos importantes que aparecen sobre los 9-10 meses en cuanto a manipulación es la aparición de las pinzas, siendo capaces de coger objetos pequeños usando los dedos y no la mano entera. Comienza siendo una pinza radial hasta perfeccionarla al final de la etapa como pinza en tenaza. No soy partidaria de dar a los bebés objetos pequeños de juguetes, pero si podemos ofrecerlos cuando estemos nosotros delante y podamos vigilar que no se los lleva a la boca, otro objeto que suele interesarle con el que pueden practicar la pinza son los lazos y cordones.
La interacción social en estas etapas también va en aumento, comienzan con carcajadas y primeras sílabas en los primeros meses de desarrollo, con 8 meses aparecen las primeras imitaciones de gestos como decir adiós y hola con la mano y a los 9 meses es capaz de dar las primeras palmadas. A nivel comunicación comenzarán a aparecer sílabas y palabras a la vez que los diferentes hitos motores, ya que, como sabemos, el desarrollo siempre es global, pero eso mejor lo dejamos para otra publicación.
Llegando al final del desarrollo motor básico, entramos en la etapa de los 11-12 meses. En ella aparecerán los maravillosos “primeros pasos”. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a que comiencen la marcha?
Las estrategias son muy parecidas a las anteriores, siempre respetando los tiempos de nuestros hijos, sin insistir y dando confianza. Los primeros desplazamientos en bipedestación aparecerán con apoyos y laterales ¿Que quiere decir esto? Nuestros hijos irán agarrados al sofá o una mesa y se irán desplazando poquito a poco de un lado a otro de los mismos. Para apoyar este desplazamiento podemos ir moviendo sus juguetes de un lado a otro, o ir poniendo diferentes juguetes para que los vaya recogiendo.
Posteriormente, irán moviéndose entre muebles, siempre con apoyo, pero siendo capaces de pasar de uno a otro, es decir, están agarrados al sofá, pero le colocamos un juguete en una silla e irá desplazándose hasta llegar a la altura de la silla, donde quitará las manos del sofá para agarrarse a la silla y coger el juguete que quería.
En esta fase comienzan también a querer subirse al sofá, buscan una zona cerca donde subir la pierna y trepan hasta arriba, una forma de apoyarles para que lo consigan es alejando los juguetes, es decir, en lugar de dejarlos al filo del sofá, pegarlos al fondo para que intenten alcanzarlo. Este hito, aunque debe ser siempre con vigilancia (y muchos padres se arrepienten de enseñarlo porque les suele gustar) es muy positivo para que comiencen a coger más fuerza en los miembros inferiores y les prepara de cara a futuros escalones.
Importante tener mucho cuidado con la bajada del sofá, las primeras veces tienden a bajar de cara, cayendo de cabeza, es por ello que debe ser siempre con vigilancia y debemos enseñarles a bajar del sofá siempre de espaldas.
Por último, aparecerán los primeros pasos sin apoyo, para ello, al igual que en el gateo, podemos usar juguetes para que los sigan pero, lo más eficaz siempre y lo que más confianza les trasmite, son mamá, papá y hermanos si los hay. Con una mínima distancia, de manera que no los toquemos (ya que deben hacerlo solos) pero si le transmitimos seguridad ante alguna caída. Muchas veces practicamos el abrazo del oso, es decir, colocamos nuestros brazos alrededor suya, sin tocarles, esto transmite al bebé mucha confianza para arrancarse con el paso. Una vez lo consiguen las primeras veces, les suele gustar y se muestran contentos para poder repetir.
Otro truco que solemos usar mucho es el de ofrecer diferentes objetos o juguetes para que ocupen sus manos mientras andan, de esta manera les creamos una falsa seguridad de agarre mientras afianzan esos primeros pasos.

Como habéis comprobado, no hemos hablado nada de: tacataca, arnés de sujeción, andadores o incluso de darles la mano… Nuestros hijos deben comenzar sus desplazamientos por sí solos, sin la confianza o ayuda de un objeto externo, en muchas ocasiones cuando comienzan a andar de nuestras manos o con arneses, posteriormente nos encontramos con una dependencia y falta de confianza, nuestros hijos no consiguen o les cuesta luego mucho más soltar ese objeto o nuestras manos para andar por sí solos, es por ello que es mejor que comiencen a hacerlo solos.
Especial mención a la retirada del uso del tacataca, igual que en las primeras etapas del desarrollo aconsejamos la limitación del uso de la hamaca, en esta ocasión recomiendo directamente no comprar el tacataca ¿Por qué? normalmente lo solemos usar antes de tiempo, incluso cuando nuestro hijo no alcanzado la bipedestación, se nos olvida que nuestros hijos continúan su proceso de formación ósea y muscular y colocarlo en posiciones que ellos aún no ha alcanzado por sí mismos podría afectar al desarrollo, se ha evidenciado la aparición de displasias de caderas en niños que han comenzado a usar tacataca antes de tiempo. Por otro lado, si lo colocamos sin haber adquirido la marcha, intervenimos en su formación pero, además contribuimos a desarrollar una marcha de puntillas, ya que en el tacataca van impulsando para que ruede y no caminando con normalidad.
Y ahora la pregunta: una vez que nuestro hijo ha adquirido la marcha correcta ¿lo podemos poner en el tacataca? y yo digo: ¿para qué? Si él ya ha aprendido a desplazarse solo, es capaz de ir hacia el objeto que quiere, perseguirnos cuando quiere… ¿para qué necesita el tacataca? pues para nada… así que siempre es mejor ahorrarlo.
En esta etapa, nuestro hijo comenzará a agacharse para coger diferentes objetos, sin necesidad de apoyo y aprenderá a ponerse de pie desde cuclillas.
En cuanto a manipulación o motricidad fina, comenzará a identificar los objetos que coge, siendo capaz de introducir un objeto dentro de otro.
Por último, la etapa final del desarrollo motor “básico” finaliza o se adquiere en torno a los 14 meses, en ella se puede observar en general un “perfeccionamiento” de todo lo que hemos hablado anteriormente: bipedestación más estable y segura, pasos más firmes… Como novedades aparecen la postura del oso o el juego de cuclillas. En cuanto a motricidad fina, nuestros hijos comienzan a coger lápices y hacen sus primeros garabatos.


Al finalizar esta etapa comenzarán lo que llamamos “niveles superiores de desarrollo”, donde incluimos la subida y bajada de escaleras, carrera, saltos, equilibrios y saltos monopodales… De esto y más hablaremos en futuras entradas del blog.

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