¿Qué es?

La verruga plantar o vulgarmente llamada “papiloma” Es una lesión dolorosa en la planta del pie muy frecuente en la infancia.

Es un tipo de verruga vírica que aparece, como su nombre indica, en las plantas de los pies, sobre todo en niños y adolescentes.

¿Cuál es la causa?

Las verrugas en los pies son una infección vírica causada por el virus del papiloma humano o VPH. Se aloja en las dos primeras capas de la piel (epidermis y dermis), pero nunca llega a capas más profundas.

¿Por qué se producen? ¿Es contagiosa?

Las verrugas en los pies se producen por contagio directo cuando el pie, a través de heridas o grietas, entra en contacto con el virus.

Por lo que, sí podemos decir que es contagiosa, siendo frecuente que se pueda contraer al caminar descalzo por zonas como piscinas, duchas o vestuarios, cuando existe contacto directo piel con piel o a través de objetos infectados.

¿Cuándo aparece tras la infección? ¿Cuáles son los factores predisponentes?

Tienen un periodo de incubación de 1 a 6 meses aproximadamente. La humedad, el calor (en los meses de verano), un sistema inmunológico débil o la falta de higiene son algunos aspectos que potencian la acción del virus.

¿Cómo se reconoce?

Es una lesión dura en el pie, semejante a un callo, pero a diferencia de éstos, las verrugas plantares son una infección vírica, no son un engrosamiento de la piel producido por el roce o la fricción.

Su apariencia es parecida a una coliflor en la cual aparecen normalmente puntos negros que al rasparla puede producir un sangrado.

Suele producir dolor al pellizcar en vez de a la presión. Aunque en ocasiones también puede molestar al presionar la zona.

¿Puede desaparecer?

Como cualquier otra verruga puede desaparecer espontáneamente, pero suele tardar en hacerlo entre 1 y 2 años. Por ello, si molesta o duele mucho, es aconsejable acudir a su pediatra para que la valore y realice el tratamiento adecuado.

¿Cuál es el tratamiento?

No existe un tratamiento específico contra el virus. La elección del tratamiento dependerá del criterio del profesional, según la extensión de la verruga, del paciente, la colaboración del mismo y la edad.

Existen varios tratamientos, que se basarán en la destrucción del tejido donde asienta el virus:

  • Aplicación de un preparado antiverrugas (habitualmente con ácido salicílico). Es un procedimiento largo y no doloroso que va quitando las capas de la verruga poco a poco. Consiste en pincelar diariamente con el producto la lesión (protegiendo los tejidos sanos de alrededor con vaselina) tras raspar o limar la zona previamente.
  • Crioterapia, que consiste en congelar la lesión con nitrógeno líquido mediante el uso de un aerosol o de un hisopo. Es un tratamiento algo doloroso. Hay que realizarla varias veces hasta su desaparición.
  • Existen otros tratamientos: tópicos con otros preparados (imiquimod, ácido tricloroacético, glutaraldehído…), curetaje, laser o cirugía.

Para que el tratamiento funcione correctamente es fundamental seguir todas las pautas y consejos dados por el especialista para reducir el riesgo de infección e incrementar la efectividad del tratamiento.

Mientras la verruga va desapareciendo, es aconsejable usar calzado cómodo y acolchado para reducir las molestias.

¿Cómo puedo prevenir el contagio del virus?

Cada persona reacciona de forma diferente al virus. No a todos aquellos que han estado en contacto con el virus les aparecerá una verruga plantar. Pero si podemos realizar ciertas medidas para evitar en lo posible el contagio:

  • Evita caminar descalzo en ciertos lugares: Contagiarse con el VPH es muy fácil en lugares cálidos donde hay humedad. Los más habituales son las duchas comunes en gimnasios, vestuarios o piscinas, es decir, lugares donde hay mucho tránsito de gente. Por tanto, procura siempre usar chanclas para que actúen de barrera protectora.

  • Mantén una buena higiene: Mantén los pies limpios y secos, sobre todo entre los dedos, y evita compartir el calzado y la toalla. Si es necesario, cambia los calcetines dos veces al día. Si suele dormir con calcetines, no pongas los mismos que usó durante el día.
  • Cuidado con las heridas: Cuidado con las grietas y pequeñas lesiones en la piel, pueden ser una vía de entrada para el virus.
  • Evita el autocontagio: Si tocamos la verruga y luego no nos lavamos bien las manos podemos extender el virus a otras partes del cuerpo.

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