¿Qué son las vegetaciones?

VegetacionesLas vegetaciones o adenoides es un tejido linfoide o defensivo similar a las amígdalas que se ubican en la posterior de la nariz, en el punto de encuentro de las fosas nasales, la garganta y las trompas de Eustaquio. Durante la infancia forman parte del sistema de defensa del organismo ante infecciones. Su función principal es retener y captar sustancias que podrían ser nocivas para el cuerpo (bacterias, virus o polvo). Una vez captadas, las procesan y activan la respuesta inmune o defensas. Las vegetaciones causan problemas en la infancia cuando crecen más de lo normal (ya sea de manera natural o por infecciones de repetición en las vías aéreas). Y es que las vegetaciones aumentan de tamaño desde el nacimiento hasta que el niño cumple entre 5 y 6 años, y después se reducen hasta casi desaparecer en la vida adulta. El aumento de su tamaño puede ser consecuencia de infecciones, cuando el sistema inmunológico está trabajando. Todos los niños pequeños suelen sufrir dicha patología, pero cuando empiezan a aparecer síntomas es cuando se considera un problema.

¿Cuáles son las causas de las vegetaciones?

Las vegetaciones en niños pueden aparecer de manera natural (normalmente en el desarrollo fetal) o desarrollarse en el periodo escolar como consecuencia de infecciones de repetición en las vías respiratorias (catarros o resfriados). El aumento del tamaño de las vegetaciones, además de su hipertrofia típica por ser niños, se puede causar por infecciones, tanto virales (rinovirus y demás virus causantes de cuadros catarrales) como bacterianas. En personas en que las vegetaciones se han desarrollado desde el feto tendrán más posibilidades de sufrir los síntomas desde pequeños, incluyendo más de los síntomas normales y mayor intensidad de los síntomas con los cuadros catarrales.

¿Qué consecuencias pueden dar las vegetaciones?

Vegetaciones

El aumento del tamaño de las vegetaciones en niños es consecuencia de infecciones sucesivas, algo que no sería grave si no fuera por su ubicación, ya que el aumento de su tamaño tapa la parte posterior de la fosa nasal, obstruyendo la nariz del niño y pudiendo afectar a la función de las trompas de Eustaquio (por donde el oído se comunica con la nariz). La disfunción de las trompas de Eustaquio puede favorecer el acúmulo de moco en el oído medio (otitis seromucosa), que puede predisponer a las otitis medias (las otitits infecciosas) o provocar pérdida de audición por dicho acúmulo de moco.  La presencia de cuadros catarrales e infecciones respiratorias puede causar un aumento aún mayor de vegetaciones. Al crecer las adenoides la permeabilidad nasal es peor, lo que condiciona una peor respiración nasal haciendo que aparezcan los ronquidos y la respiración oral. Se sabe que las adenoides pueden estar colonizadas por bacterias que pueden colaborar en el desarrollo de otitis o de sinusitis, o a la sobreinfección bacteriana de los catarros (que son virales).

Síntomas de vegetaciones

Los síntomas de vegetaciones en niños empiezan a desarrollarse al obstruirse la permeabilidad nasal. Algunos de los síntomas que pueden aparecer son:

  • Cambios en la respiración: la nariz está taponada, por lo que el niño se ve obligado a respirar por la boca.
  • Ronquido y apnea del sueño: los niños con vegetaciones roncan cuando duermen. Además, según el caso, pueden tener pausas en la respiración (apnea del sueño). Esto hace que duerman mal y estén inquietos y cansados durante el día. En casos severos puede afectar al desarrollo y al aprendizaje, y causar problemas pulmonares y cardíacos.
  • Dificultad al tragar: tener la nariz taponada impide respirar bien, por lo que puede provocar dificultad para comer al no poder respirar adecuadamente.
  • Aumento de la mucosidad.
  • Aumento de infecciones: el aumento de las secreciones, con la consecuente dificultad para drenarlas y que el aire circule con normalidad puede provocar que aparezca tos e infecciones como sinusitis, otitis o faringitis.
  • Obstrucción nasal y dificultad para respirar a través de ella.
  • VegetacionesSequedad bucal.
  • Mal aliento al despertar.
  • Alteraciones de la voz.
  • Dolor en los oídos, e incluso que estos supuren.
  • Catarros frecuentes con mucosidad y tos.
  • Infecciones de oído (otitis) de repetición.
  • Alteración en el crecimiento y desarrollo del paladar duro y otras estructuras faciales como consecuencia de la respiración oral.
  • Babeo, al tener que estar continuamente con la boca abierta y no poder respirar, la saliva tiende a caer por la boca.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Los catarros repetidos son muy frecuentes en la infancia y no todos los niños tienen vegetaciones, ni todas las vegetaciones se operan. Lo normal es tener cierto grado de hipertrofia adenoidea, pero conforme el niño crece las adenoides van disminuyendo proporcionalmente en tamaño, llegando a desaparecer por lo general a lo largo de la adolescencia. Si se sospecha por los síntomas descritos que el niño pueda tener vegetaciones hipertróficas, tu pediatra te indicará un tratamiento médico o te derivará al otorrinolaringólogo según los síntomas. Las vegetaciones no pueden observarse con una simple exploración de la garganta, por lo que, para diagnosticarlas, el otorrino deberá en muchos casos realizar un examen visual con el fibroscopio (introducirá una pequeña cánula conectada a una cámara a través de las fosas nasales) para evaluar su tamaño. También, en ocasiones, puede ser que le soliciten una radiografía lateral de la faringe para ver el tamaño. En casos graves en que se asocie apnea del sueño deberá hacerse un estudio de esta para valorar la intensidad de los episodios.

¿Se puede prevenir?

No se puede prevenir la hipertrofia de las vegetaciones en niños. Sin embargo, sí pueden evitarse las consecuencias que los síntomas puedan tener en el niño. Se recomienda consultar con el pediatra cuando el niño presente los primeros síntomas como dificultad para respirar por la nariz o ronquidos durante la noche. En función de la evaluación de síntomas descritos tu pediatra valorará derivarte al otorrinolaringólogo.

Tratamientos para vegetaciones

 

VegetacionesTratamiento médico de las vegetaciones en niños : El tratamiento de las vegetaciones en niños es inicialmente médico, y no siempre es necesariala intervención quirúrgica:

  • Lavados con suero fisiológico: lavados frecuentes de la nariz con suero fisiológico o agua de mar con presión suficiente para arrastrar el moco acumulado.
  • Antihistamínicos y descongestionantes: empleados de forma periódica pueden aliviar los síntomas, aunque no dan una solución definitiva al problema.
  • Antibióticos: en ocasiones se emplea cuando hay una infección aguda, con fiebre
    asociada a abundante mucosidad nasal.

 

 

Tratamiento quirúrgico de las vegetaciones en niños: cuándo extirpar las glándulas adenoides

En el caso de que con el tratamiento médico de las vegetaciones no sea suficiente y las pruebas diagnósticas revelen un tamaño excesivo de las glándulas adenoides que produzcan muchos síntomas, se indicará la extirpación quirúrgica de las mismas. La indicación principal para realizar esta intervención es que su tamaño sea tal que produzca apnea obstructiva del sueño o deformidades en los dientes. Otras indicaciones más discutidas son otitis o adenoiditis de repetición que no se controlan con tratamiento médico. No hay una edad «ideal » para la intervención, esta se realiza cuando el paciente lo necesita por los síntomas que presenta.

Vegetaciones

La adenoidectomía consiste en la extirpación quirúrgica de las adenoides. Es una intervención corta y sencilla, en la que el otorrino hace un legrado o raspado de la glándula, accediendo a ella a través de la boca o la nariz. Es una operación sencilla, pero por la dificultad de acceso a la zona, se hace bajo anestesia general. Lo habitual es que el niño ingrese en el hospital la misma mañana de la intervención y regrese a casa ese mismo día o al siguiente. Su eficacia es casi del 100% y no es frecuente que se necesite una segunda intervención. Operar las vegetaciones no va a hacer que tu hijo esté desprotegido frente a virus y bacterias. Éstas tienen especial importancia cuando son bebés, pero a partir de entonces el sistema inmune puede funcionar perfectamente sin estos tejidos, especialmente cuando son los que están causando las infecciones recurrentes.

Además, al igual que las vegetaciones, las anginas (también conocidas como amígdalas) pueden inflamarse e infectarse con frecuencia, siendo común la operación de amígdalas y adenoides a la vez. Así, se aprovecha el dormir al peque con anestesia general y se retiran ambos tejidos. La operación de anginas y vegetaciones en niños es algo más larga que si solo se extraen las vegetaciones y el niño puede estar algo más dolorido al despertarse. Y ante cualquier duda sobre este tema, no dudes en consultar con tu pediatra.

Share This