La asistencia a campamentos de verano es una oportunidad excelente de diversión y aprendizaje en grupo. Mejora sin duda su autonomía y toma de decisiones, en una palabra, les ayuda a crecer. Además, es una ocasión única para que vivan sus primeras experiencias fuera de la familia. A la hora de elegir un campamento, uno de los condicionantes que sin duda que debe hacernos reflexionar es el tipo de alimentación. No tiene por qué ser aburridas ni poco apetitosas, pero siempre equilibradas, seguras y supervisadas.
Seguridad en los campamentos de verano
Especial precaución en tema de alergias e intolerancias alimenticias , tema del que hablaremos próximamente en nuestro blog, que el niño pueda tener, que previamente se ha debido de informar a la organización del campamento. Los monitores formados deben ser conocedores de las mismas evitando no solo ingesta sino también su contacto. ¡No debería ser admisible ningún error en este aspecto!
Conservación alimentaria:
La cadena de frio en los alimentos que se consuman tanto en las instalaciones como al aire libre. La conservación debe realizarse no solo en el centro sino también en las excursiones al aire libre. Y por supuesto, tanto los cocineros como los monitores deben estar formados en seguridad alimentaria y manipulación de alimentos, siendo conocedores del uso de determinados alimentos (pescados crudos, alergias), riesgos de contaminaciones cruzadas, temperaturas de refrigeración y congelación, etc. Así mismo se deben cumplir los sistemas APPCC, controlando y analizando los peligros y puntos críticos de posibles contaminaciones de los alimentos por agentes microbianos, físicos o químicos.
Control del agua:
Es fundamental también el control de calidad de las aguas que se emplean no ya como ingrediente de muchos alimentos sino también como aguas de limpieza.
Limpieza y mantenimiento de instalaciones:
Muy importante es conocer el estado de las instalaciones en la que se quedaran nuestros pequeños, haciendo especial hincapié en la limpieza y desinfección, con especial atención a la zona de cocina donde se elaboraran los alimentos a consumir por los niños. Así mismo el personal debe conocer las normas básicas de higiene y dichas empresas deben contar con un Plan de
Desinfección, Desinsectación y Desratización.
Trazabilidad:
En el caso de que la comida no sea proporcionada por el propio campamento sino por un catering la organización del campamento nos debe de asegurar el cumplimiento de todas las medidas reflejadas anteriormente, conociendo diferentes etapas del proceso de producción y distribución de dichos alimentos.
Evitar intoxicaciones y vigilancia activa de alimentos en mal estado:
Se recomienda evitar el huevo y cocinar siempre con huevina pasteurizada tanto las tortillas como las salsas a base de huevo como la mayonesa para minimizar el riesgo de salmonella; además, prestar atención a las latas de conserva con golpes o hundimientos. Con demasiada frecuencia se producen intoxicaciones alimentarias que podrían haberse evitado.
Dietas equilibradas y supervisadas
Casi la totalidad de los campamentos de verano tienen asesoramiento nutricional para realizar una dieta equilibrada y ajustada a la edad y actividad a realizar, pero ésta debe ser supervisada. Los buffet deben llevar implícito un trabajo del monitor para que el niño cumpla una dieta correcta. Además, deben ser comidas fáciles de preparar pero que aporten mucha energía para la actividad intensa de los días de campamento. A la hora del desayuno siempre es recomendable administrar carbohidratos complejos y simples (azucares) como cereales integrales, frutas o lácteos.
La comida y cena deben ser ricas en vitaminas y energía, no deben faltar las verduras y hortalizas (bien lavadas y desinfectadas y preferentemente de temporada), una fuente de carbohidratos como legumbres, pastas integrales o arroz y una fuente de proteínas como pescado o carnes preferiblemente blancas.
La merienda o media mañana debe incluir frutas frescas o deshidratadas, lácteos y no debe contener productos ultra procesados tipo bollería. Además, es recomendable evitar zumos, siempre se debe optar por la fruta entera.
Además, los días de campamento de verano son una gran oportunidad para que los niños empiecen a ver como natural participar en la cocina, realizando batidos saludables y postres que incluyan frutos secos, semillas, pan integral acompañados de otros sabores como pescado azul, aguacate. ¡En menores de 5 años recordad dar los frutos secos molidos!
Es igual de importante que el campamento de verano fomente que la alimentación sea variada y se suministre en las cantidades
adecuada. También se debe fomentar el respetar los horarios de las comidas y establecer pautas y normas, no solo durante la comida sino al terminar de ella, favoreciendo, por ejemplo, que sean los propios niños los que recojan su plato. Además, se debe fomentar la comida en grupos y socializando, sin peleas y estimulando el compartir.
No solo durante los días del campamento de verano sino en nuestro día a día, es necesario involucrar a los niños en lo que es una alimentación saludable y balanceada e ir cambiando ciertas rutinas en la familia que por nuestro estilo de vida hemos adoptado erróneamente. Al igual que recomendamos que en el campamento no se consuman alimentos ultra procesados o snacks no saludables,
debemos instaurar esta misma pauta en nuestra rutina.
¿Qué es un plato equilibrado?
- Aquel que la mitad esté compuesta de frutas y verduras de distintos colores. La
patata no está incluida. Las frutas enteras, NO en zumo - Un cuarto de plato debe contener grano mínimamente procesado como trigo
integral, arroz integral, quinoa… - Un cuarto de plato, proteínas saludables de origen animal y vegetal, limitando carnes rojas y embutidos procesados
- La grasa es también necesaria, pero saludable, insaturada, contenida en aceites
vegetales (oliva), pescado, nueces, semillas. Debemos limitar mantequillas y grasas
saturadas. - La leche y otros productos lácteos (evitar azucares y sabores añadidos) son
necesarios, pero limitando el exceso. - El agua es sin dudar la bebida principal.
Y para terminar y sabiendo que esto no es una charla de nutrición, insisto en la necesidad de que el niño acuda a socializar a este tipo de actividades y campamentos de verano. Siempre bien pensadas previamente, conociendo qué actividades se van a realizar y qué van a fomentar y asegurándonos siempre que nos ofrezcan seguridad tanto alimentaria como en la vigilancia del menor. Para cualquier otra consulta sobre la salud y bienestar de vuestros niños, no dudéis en contactarnos.
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