¿Qué es un soplo cardíaco?

Un soplo es un ruido que hace la sangre al pasar por el corazón o por los vasos que le rodean.

Es un hallazgo de la exploración física, que no tiene porqué corresponder a una enfermedad grave. De hecho, los soplos cardíacos son frecuentes en niños y generalmente son benignos.

¿Se escuchan siempre?

No. Hay algunas circunstancias que pueden favorecer que un soplo se oiga con mayor intensidad. Por ejemplo, cuando los niños tienen fiebre, su corazón late más deprisa, y por ello, los soplos se oyen con más facilidad porque la sangre pasa a más velocidad por el corazón.

Esto es la causa de que tu pediatra no haya detectado un soplo en la consulta habitual, pero si acudes con tu peque a urgencias por fiebre, sí que el médico de urgencias lo ausculte.

¿Quiere decir que tiene alguna enfermedad del corazón?

No. Como hemos dicho, los soplos cardíacos no siempre quieren decir enfermedad. En la mayoría de los casos, el soplo es porque la sangre circula muy rápido por un corazón sano. Es el famoso soplo inocente.

Pero a veces, el soplo sí es por una enfermedad. En estos casos, se produce por el ruido que hace la sangre al pasar por una válvula que no funciona bien, un vaso más estrecho de lo normal o un defecto (agujero) en alguna pared…

Los soplos en el corazón durante la infancia, ¿son frecuentes?

Hasta en un 50% de los niños puede auscultarse un soplo cardíaco, tratándose en la mayoría de un soplo “inocente” o funcional. Esto puede variar en las diferentes edades: es más probable que se trate de un soplo funcional en los niños mayores y que haya una anomalía cardíaca en los neonatos y lactantes.

¿Qué es un soplo funcional e inocente?

Este soplo puede escucharse a cualquier edad, aunque es más frecuente entre los 2 y los 6 años. No tiene nada que ver con las cardiopatías, ni indica ningún tipo de enfermedad congénita.

Pero, si mi hijo tiene un soplo funcional, ¿hay que hacerle pruebas?

El diagnóstico de soplo funcional se realiza por las características de la auscultación. Diversas pruebas como el electrocardiograma o la radiografía de tórax no es necesario realizarlas en niños con soplo inocente, y por lo demás completamente sano.

En el caso de que vuestro pediatra considere que las características del soplo pueden hacer sospechar la presencia de alguna enfermedad en el corazón, o bien si el soplo se ausculta en un niño muy pequeño (por ejemplo, recién nacidos o lactantes, en los que la frecuencia de presentar una cardiopatía congénita es mayor) es posible que su pediatra derive a vuestro niño/a a un cardiólogo infantil para la realización de una ecografía cardíaca, que es la prueba más segura para realizar el diagnóstico de una posible enfermedad de la estructura del corazón. Esto sólo será necesario en una minoría de casos y es la excepción, no la regla.

Mi hijo tiene un soplo funcional. ¿Puede hacer vida normal?

Puede y debe hacer una vida absolutamente normal. Un soplo funcional no indica enfermedad del corazón. Por tanto, no necesitan ningún tratamiento ni limitación de su actividad habitual.

No hay que seguirlos ni hacer nada más porque no son ninguna enfermedad. Al crecer, el corazón también es más grande, lo que permite que pueda latir menos veces por minuto y la sangre va más lenta. Unido a que el grosor de la pared del tórax (músculo y grasa) es mayor, hace que habitualmente se deje de oír el soplo aproximadamente en la adolescencia.

¿Y si auscultan un soplo a mi bebé recién nacido?

Esta situación es completamente diferente. Los bebés de pocas semanas de vida tienen una incidencia más alta de cardiopatías congénitas si detectamos un soplo al auscultarles. Es muy importante valorar las circunstancias del bebé, si realiza las tomas adecuadamente o le cuesta comer, si suda con las tomas, si tiene una coloración más pálida o azulada o si se muestra débil o decaído.

Estos signos nos ponen en la pista de la existencia de una posible cardiopatía, que debemos diagnosticar realizando pruebas.

¿Qué es una cardiopatía congénita?

Las cardiopatías o enfermedades del corazón son malformaciones congénitas, es decir, se producen como resultado de alteraciones en el desarrollo del corazón desde antes de nacer y muchas de ellas se diagnostican de forma prenatal, es decir, en las ecografías durante los controles del embarazo. En otros casos, se detectan a las pocas horas del nacimiento.

La causa concreta de las cardiopatías congénitas no se conoce en la mayor parte de los casos. Se suelen presentar como malformaciones aisladas, aunque también se pueden asociar con otras malformaciones si existen alteraciones genéticas.

¿Cuál es la frecuencia de enfermedades cardíacas congénitas en los niños?

La frecuencia de malformaciones congénitas cardíacas es inferior al 1%.

¿Cómo se diagnostican estas cardiopatías?

Nos valdremos de los hallazgos de la exploración física, la toma de constantes vitales (tensión arterial y saturación de oxígeno en las piernas y brazos) y pruebas de imagen como radiografías, aunque la prueba fundamental será la ecocardiografía, es decir, una ecografía del corazón que, en manos de un cardiólogo experto, nos dará el tipo de cardiopatía.

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