La sociedad industrializada ha traído cambios profundos en nuestro entorno como la utilización creciente de ordenadores, tablets, móviles, etc. El tiempo que pasamos frente a pantallas luminosas de ordenadores y otros dispositivos no para de aumentar, ya que se encuentran incorporados a muchas de nuestras actividades laborales y recreativas, provocando un aumento del esfuerzo para mantener la visión cercana.

Es por ello que últimamente vemos más molestias oculares y visuales derivadas de este uso de pantallas en nuestro día a día, conociéndose como síndrome de la pantalla de visualización.

Además, estudios recientes han demostrado que el uso continuado y durante largas horas de pantallas (ordenadores, tablets, móviles, etc.) está aumentando el número de miopes en la población infantil.

¿Qué es?

El Síndrome de la Pantalla de Visualización (SPV) es el que aparece cuando permanecemos demasiadas horas delante de un dispositivo electrónico.

El uso continuado de ordenadores, portátiles, smartphones, tabletas y videojuegos pueden favorecer este síndrome que provoca cansancio, dolor de cabeza, ojo seco y ojos rojos.

Se considera un usuario de pantallas de visualización la persona que pasa más del 60% de la jornada delante de un ordenador o cualquier tipo de pantalla electrónica. Esto provoca la realización de mucho esfuerzo acomodativo por parte del ojo.

Además, otros condicionantes y factores que favorecen este síndrome son: la mala iluminación, una insuficiente resolución de la pantalla, reflejos y brillos y una mala ventilación de la habitación en la que estamos trabajando. También pueden influir la suciedad de la superficie del monitor o la acumulación de calor en el espacio donde se encuentra la pantalla.

¿Cuáles son los síntomas?

La sintomatología puede ser muy variada: visión borrosa, sequedad ocular, irritación con ojo rojo, sensación de arenilla, quemazón, pesadez de párpados, lagrimeo. Y también, sensación de tensión ocular, visión doble y fotofobia (molestias ante la luz).

A veces se puede asociar a dolor de cabeza, náuseas, mareos y vértigo, así como rigidez y dolor de hombros, cuello, espalda, brazo, muñecas y manos (por el uso del teclado y ratón).

¿Qué puedo hacer?

Respecto al entorno escolar:

  • Asegurar una correcta graduación de los sistemas de aire acondicionado y calefacción.
  • Evitar el humo del tabaco porque irrita los ojos.
  • Si es posible, airear “naturalmente” los locales para conseguir un ambiente térmico confortable.
  • Recibir preferiblemente una iluminación indirecta y poco intensa.

Respecto a las pantallas:

  • Situar la pantalla en posición baja con relación al niño/a, formando un ángulo de 15-30º con respecto a sus ojos.
  • Mantener el monitor a una distancia de 50-70 cm de la vista.
  • Utilizar una pantalla con buena resolución y contraste.

Respecto a las tareas y uso de las pantallas:

  • Deben hacerse pausas durante la utilización de pantallas (15 minutos cada 2 horas), cambiando de posición y andando de vez en cuando. Es recomendable alternar con tareas que no requieran ordenador.
  • Mirar a lo lejos durante 10 o 15 segundos de vez en cuando para relajar los músculos que nos permiten acomodar la visión cercana.
  • Puesto que el parpadeo disminuye con la atención y la lágrima se evapora más fácilmente, se aconseja parpadear intencionadamente por lo menos cada 5 minutos.
  • Deben utilizarse lágrimas artificiales sin conservantes, si es necesario.

¿Cuándo debo consultar?

Si las molestias visuales no disminuyen a pesar de seguir las recomendaciones dadas, debes consultar con tu pediatra que valorará si hay alguna condición ocular predisponente para que persistan los síntomas, como defectos de graduación, ojo seco u otros trastornos que requieran valoración por un oftalmólogo o bien estudios adicionales.

¿Cómo se trata?

No existe un tratamiento curativo para el síndrome de las pantallas de visualización, pero sí un tratamiento preventivo o de disminución de los síntomas en el caso que ya estén presentes que, como hemos comentado, será importante:

  • Aumentar el parpadeo.
  • Utilizar lágrima artificial si es necesario.
  • Utilizar gafas con cristales que no dejan pasar la luz azul nociva para el ojo.
  • Además, se recomienda que la posición de los ojos respecto a la pantalla del ordenador haga una ligera pendiente descendente de unos 15º respecto al centro de la pantalla.

Todas estas prácticas favorecerán que los síntomas de fatiga visual y sequedad sean menores y/o acontezcan más tarde.

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