Como cada año por estas fechas empezamos a hablar de gripe y, por supuesto, de vacunas. Con el añadido de contar, como ya sabéis, con un nuevo virus entre nosotros, el Sars-CoV-2 causante de la COVID-19 y con el añadido reciente de la no utilización de mascarillas en nuestro día a día. Los niños, al igual que los adultos, pueden padecer la gripe, presentando mayores tasas de incidencia en el grupo de 0-5 años, siendo responsable anualmente de un millón de casos graves en esta franja de edad en todo el mundo. Sin embargo, aunque en la mayoría la evolución suele ser benigna, no están exentos de tener complicaciones y ser ingresados, de hecho, 2 de cada 3 niños ingresados por gripe son niños sanos que no presentan factores de riesgo.
Además, debemos de saber que los niños son el vector de transmisión más importante, es decir, primero suelen contagiarse éstos y posteriormente se lo contagian a sus padres y abuelos, por lo que, vacunándolos, no solo crearemos una protección individual sino colectiva.
¿Qué síntomas produce la gripe en los niños?
En aquellos niños más pequeños tendremos síntomas más inespecíficos. Desde una fiebre sin foco en un lactante, hasta un cuadro de fiebre alta, malestar, tos, diarrea y vómitos. Cuando son más mayores suelen quejarse de malestar, mialgias (dolor muscular), cefalea (dolor de cabeza), congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, mocos, fiebre alta y tos.
¿Cómo se produce el contagio de la gripe?
La gripe se contagia con mucha facilidad. Y, a diferencia de lo que ocurre con el coronavirus, los niños son los principales transmisores del virus. El virus de la gripe, como la mayoría de los virus respiratorios, se contagia a través de las pequeñas gotitas de saliva que emitimos al hablar, toser, estornudar o besar y, como en otras infecciones respiratorias, a través de nuestras manos.
Recuerda: El lavado de manos frecuente, así como la vacunación, son de las medidas preventivas más eficaces para prevenirla.
¿Cómo trataremos la gripe?
No hay tratamiento eficaz para eliminar al virus, sino que el propio cuerpo irá «luchando´´ contra él. Los antibióticos no son útiles salvo en contadas ocasiones en las que se produce una sobreinfección. El tratamiento, por tanto, es sintomático, es decir, trataremos los síntomas
que se vayan presentando. Como recomendaciones:
- Mantén bien hidratado al niño, ofreciéndole agua con frecuencia.
- Es normal que esté inapetente. Ofrécele comida respetando sus gustos y apetito. Si no quiere comer, no te preocupes. Consiéntele un poco con lo que más le guste y ofrécele sobre todo agua, y si es necesario, puedes usar suero oral.
- Antitérmicos como el paracetamol si la fiebre le genera malestar. Recuerda que la fiebre es su mecanismo de defensa, por lo que si no le
produce malestar no hay que empeñarse en descender ésta a toda costa. - Mientras tenga fiebre o malestar, evita llevarlo al colegio o a lugares con más personas para así evitar, en la medida de lo posible, el contagio de más personas.
- Y consulta con tu pediatra si tienes dudas o lo ves muy decaído, así como si presenta los signos de alarma que te detallamos más abajo.
Y como prevención:
- Enseña a los niños a lavarse las manos con frecuencia y a toser sobre su propio codo.
- Vacúnalos cada año: El virus de la gripe muta cada año, por ello somos susceptibles de contraer la enfermedad cada invierno.
¿Cuáles son los signos de alarma?
Es importante por parte de los papás reconocer cuáles son los signos de alarma, ante los cuales es recomendable consultar con tu pediatra:
- Si tiene fiebre alta y mantenida y tras 3-5 días no desciende.
- Si tiene dolor de cabeza intenso que no cede.
- Si está muy decaído, adormilado y poco activo.
- Si le salen manchitas rojas que no desaparecen al estirar la piel.
- Si la tos empeora con el paso de los días.
- Si tiene una respiración agitada, más frecuente de lo normal u observas dificultad respiratoria o pitos.
¿Quiénes se deben vacunar de la gripe?
Cualquier persona que quiera vacunarse, puede hacerlo. Con relación a la infancia y la adolescencia, el Comité de Asesor de Vacunas
de la Asociación Española de pediatría recomienda la vacunación antigripal de:
- Todos los niños y niñas entre 6 y 59 meses.
- Grupos de riesgo: personas a partir de los 6 meses de edad en determinadas situaciones o con enfermedades de base que supongan
un riesgo aumentado de padecer complicaciones de la gripe. - Personas a partir de los 6 meses que convivan con pacientes de riesgo.
- Personas a partir de los 6 meses que conviven con menores de 6 meses.
- Todos los profesionales sanitarios.
- Embarazadas, tanto para su propia protección como para la de su futuro hijo, en cualquier momento del embarazo.
Además, se considera que la vacunación antigripal de los niños mayores de 5 años y no incluidos en grupos de riesgo, es también una medida recomendable, ya que proporciona al niño y adolescente protección individual y favorece la protección familiar y comunitaria.
¿Está presente la vacunación antigripal en niños sanos en los calendarios de las comunidades autónomas?
Por ahora, Andalucía, Galicia y Murcia han incorporado, en esta temporada 2022-23, la vacunación antigripal en niños de 6 a 59 meses de edad en los calendarios vacunales oficiales.
¿Quiénes son los pacientes con factores de riesgo?
- Niños prematuros que hayan nacido con menos de 32 semanas de gestación y que actualmente tengan entre 6 meses y 2 años de edad.
- Enfermedades respiratorias crónicas: asma, hiperreactividad bronquial, bronquitis de repetición, fibrosis quística, displasia broncopulonar.
- Cardiopatías
- Enfermedades metabólicas como puede ser la diabetes.
- Enfermedades renales o hepáticas.
- Asplenia (falta de bazo)
- Enfermedad Celiaca
- Niños inmunodeprimidos: oncológicos, tratamientos prolongados con aspirina o corticoides orales, inmunodeficiencias (excepto del déficit de IgA)
- Secuelas respiratorias de casos graves de COVID19
- Sd de Down y otras enfermedades genéticas con factores de riesgo asociados.
- Niños mayores de 6 meses o adolescentes institucionalizados o tutelados por la administración.
- Enfermedades neuromusculares o encefalopatías.
- Enfermedades reumatológicas.
- Niños con implantes cocleares
- Malnutrición u obesidad mórbida
- Embarazadas en cualquier trimestre.
- Puerperio en los siguientes seis meses tras dar a luz si no ha sido vacunada durante el embarazo.
- Mayores de 65 años.
- Profesionales de centros sanitarios y farmacias.
Si mi hijo es alérgico al huevo ¿se puede vacunar?
Desde el Comité Asesor de Vacunas se insiste en que “todas las personas alérgicas al huevo pueden recibir la vacunación antigripal, a pesar de que las fichas técnicas de las mismas incluyen la mención expresa a la contraindicación del producto en casos de alergia al huevo. Incluso los pacientes que padezcan una alergia grave al huevo pueden ser vacunados en centros sanitarios con experiencia en el reconocimiento y tratamiento de reacciones alérgicas graves, y cualificados para realizar una resucitación cardiopulmonar”
¿Cuántas dosis hay que ponerle?
- Una única dosis de 0.5ml en los niños mayores de 9 años y en adultos.
- Dos dosis de 0.5 ml, separadas 4 semanas, si es la primera vez que se vacunan de la gripe entre los 6 meses y los 8 años de edad. Si no es la primera vez, recibirá una dosis.
¿Qué tipo de vacunas tenemos esta temporada?
En la siguiente infografía del Comité Asesor de Vacunas podéis verlo:
Para finalizar es importante también recordar que:
- Los familiares que convivan con el paciente que se vacune, deben vacunarse también para protegerle. Es decir, si un niño tiene algún factor de riesgo, deberían vacunarse sus hermanos y los papás para protegerle más aún.
- Ninguna vacuna es infalible, y la vacuna de la gripe menos aún. Por lo tanto, si nos vacunamos las personas que “rodeamos” o convivimos con esa persona vulnerable, la protección será mayor.
- No os olvidéis que si tienes un trabajo en el que estás en contacto con mucha gente también deberías vacunarte: maestros, policías, bomberos, trabajadores de instituciones cerradas, y por supuesto el personal sanitario.
Y recordad… las vacunas salvan vidas.
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