¿Qué debemos saber sobre el destete y cómo dejar de dar el pecho ? ¿Qué quiere decir que has destetado a tu bebé?
Cuando tu bebé deja de amamantar y obtiene toda su alimentación de otras fuentes aparte del pecho, se considera que está destetado. Los bebés también se destetan del biberón, pero normalmente este término se emplea cuando se deja de dar el pecho. El destete no supone el fin de la intimidad que tú y tu bebé habéis establecido durante la lactancia. Simplemente significa que lo vas a alimentar y mostrarle tu afecto de otras maneras.
¿Cuándo debería empezar a dejar de dar el pecho?
Tú eres quien mejor puede decidirlo. Hoy sabemos que no existen razones científicas por lo que se deba recomendar dejar la leche materna a una determinada edad. No existe un plazo, edad o una técnica apropiada o equivocada para el destete. Puedes hacerlo cuando sientas que ha llegado el momento, o esperar a que tu bebé deje naturalmente el pecho cuando esté un poco mayor.
Tipos de destete
Destete iniciado por el bebé.
Este destete es más fácil y se inicia cuando tu bebé empieza a perder el interés en la lactancia, lo cual puede ocurrir en cualquier momento una vez que empiece a comer alimentos sólidos (entre los 4 y 6 meses) o
más adelante, alrededor de los 12 meses, cuando ya han probado una variedad de alimentos y logran beber de un vasito. Además, de 1 a 3 años a veces pierden el interés en el pecho cuando se vuelven más activos y no logran permanecer inmóviles por el tiempo necesario para amamantar. También un nuevo embarazo puede tener un papel en el destete del hijo anterior ya que debido a los cambios de la leche
durante el embarazo (menor volumen, distinto sabor) muchos niños se destetan solos en esta época.
Destete iniciado por la mamá.
Puede que decidas destetar a tu bebé porque vas a regresar a tu trabajo, o porque simplemente piensas que ha llegado el momento. Si tú estás lista, pero tu bebé no muestra ninguna señal de que quiera dejar el pecho, puedes ayudarlo con una transición gradual. Ten paciencia, destetarlo puede llevar tiempo, dependerá de la edad de tu niño y de como suele adaptarse a los cambios. Lo mejor es evitar interrumpir de golpe la lactancia. Negarle abruptamente el pecho podría ser traumático para él, además de que podrías terminar con una obstrucción en los conductos de leche o una infección en los senos.
¿Cómo lo desteto?
Como hemos comentado, ten paciencia y realízalo lentamente y prepárate para observar posibles signos de frustración en tu bebé, sobre todo si el destete ha sido iniciado por la mamá. Puedes facilitarle la transición usando estos métodos:
Sáltate una toma y/o sustituye por otro alimento.
Sáltate una toma y comprueba qué sucede si le das un vaso o un biberón de leche. Para ayudarle a aceptar el biberón, prueba mojarle los labios a tu bebé con un poco de tu leche antes de colocarle el biberón en la boca. Como sustituto puedes emplear tu propia leche extraída, leche de fórmula o de vaca (siempre que el bebé tenga un año por lo menos) u otro tipo de comida según la edad del niño, pero recuerda no se trata de sobornarlo con golosinas para que deje el pecho. La sustitución sólo funcionará cuando el niño tenga hambre, pero ten en cuenta que los niños también maman por afecto hacia su madre. Si reduces las tomas de una en una a lo largo de varias semanas, tu bebé tendrá tiempo para adaptarse al cambio. Tu producción de leche también disminuirá sin que tus pechos
queden hinchados y doloridos o sin que sufras una mastitis.
Acorta el tiempo de cada toma.
Comienza por reducir el tiempo en el que amamantas a tu bebé. Si lo normal es que coma durante diez minutos, prueba con cinco. Dependiendo de su edad, si se queda con hambre, prueba darle después algo sano de comer.
Posponer y distraer.
Este método funciona bien si el niño ya es un poco mayorcito y puedes razonar con él. Si tu pequeño te pide que lo amamantes, dile que lo harás después y trata de distraerlo con alguna actividad. En lugar de darle el pecho por la tarde podrías decirle que espere hasta la hora de acostarse. Las tomas antes de dormir pueden ser más difíciles de eliminar; normalmente son las últimas que se quitan.
Cambia rutinas.
Se trata de identificar los momentos, lugares y circunstancias en los que el niño suele pedir el pecho, y anticipar alternativas al amamantamiento, para que el niño dirija su atención hacia algo nuevo y atractivo en vez de hacia la pérdida de algo entrañable como mamar.
No ofrecer, pero tampoco rechazar.
No ofrezcas el pecho de manera habitual sino sólo cuando tu niño te pida. Esto puede prolongar el destete, aunque es el recurso menos doloroso para él ya que el destete lo inicia el propio niño. Ten en cuenta que, si durante el destete notas el pecho muy ingurgitado y doloroso, puedes extraerte un poco de leche (manualmente con extractor) para estar más cómodas (y evitar una mastitis), pero sin vaciarlo por completo (pues entonces el cuerpo interpretaría que el bebé sigue mamando y que necesita producir más leche).
¿Recibirá mi bebé los nutrientes que necesita?
Incluso los bebés que son amamantados exclusivamente necesitan nutrientes adicionales que la leche materna no contiene, como la vitamina D. Si destetas a tu bebé antes de su primer año, tendrás que seguir dándole leche materna o una fórmula fortificada con hierro hasta que cumpla un año. A partir de ahí, tendrás que ofrecerle una variedad de alimentos saludables que le proporcionen los nutrientes necesarios para su desarrollo. Por lo que, tanto si el destete se produce iniciado por el bebe o iniciado por la madre, no tendrá consecuencias en su nutrición.
Mentalízate antes de destetar
El destete no siempre es fácil y, si queremos hacerlo de manera respetuosa, a veces lleva más tiempo de que nos gustaría. Cuando es la madre la que decide destetar al bebé (o niño), es importante tener presente que él no lo ha decidido. Y por ello debemos ser especialmente comprensivas y tener paciencia extra. Hay que aceptar las protestas del niño si llegan, ya que tiene derecho a quejarse si le quitan algo que era importante para él. Ofrecerle apoyo y consuelo facilitará que al final lo asuma. Además, tenemos que tener claro que la lactancia no es sólo alimento, sino también apego, vínculo, seguridad, cariño y debemos ser capaces de proporcionarles todo esto de otra manera. Del mismo modo hay que aceptar la decisión de la madre sean cuales sean sus razones. Amamantar es cosa de dos y si uno no quiere seguir está en su derecho también. La lactancia materna no debería ser nunca un sacrificio.
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