Un bebé requiere cuidados sumamente especiales, no solo porque se trata de un recién nacido, sino porque su piel es diferente a nivel fisiológico y anatómico. La principal función de la piel de los bebés es la de barrera, dado que pasa del útero, donde se encuentra rodeado de líquido, al medio exterior. Además, la piel permite a los bebés regular su temperatura y los protege de lesiones y de infecciones.
En el siguiente post te daremos algunas recomendaciones a seguir sobre cómo ofrecer el mejor cuidado a la piel de tu bebé:
Usa jabones neutros
A la hora del baño es recomendable usar jabones neutros, ligeramente ácidos y sin perfume, esto evitará irritaciones o infecciones. Para lavarlo puedes ayudarte de una esponja suave o limpiarlo con tus propias manos.
En el caso de que el bebé tenga costra láctea lo ideal es recurrir al uso de un champú específico para tratarla, que ayuda a eliminar las costras de forma suave. Pero, en este caso no debemos obsesionarnos ya que se trata de una afección muy frecuente en los bebés y que se pasa con el tiempo.
Rutina de baño
No es necesario bañar al bebé a diario ya que no suda y no se mancha en exceso, con hacerlo tres veces por semana suele ser suficiente. Si queremos hacerlo porque disfruta y se relaja, podemos optar por bañarle sin usar jabones o solo echarle un poco de agua para que se quede más tranquilo y así le cueste luego menos dormirse.
Y si el cordón umbilical, todavía no se ha caído no hay que darle un cuidado especial; solo lavarlo con agua y jabón. Eso sí, hay que intentar mantenerlo seco, ya que ayudará a que se caiga antes. Para ello hay que dejarlo siempre fuera del pañal.
Controla la temperatura del baño
La preparación del baño es fundamental para el cuidado del bebé. La temperatura del agua debe ser de unos 37ºC y la temperatura ambiente del cuarto de baño debe oscilar entre los 20ºC y los 22ºC.
Controla el tiempo del baño
El tiempo del baño también es otro factor a tener en cuenta para el cuidado de la piel de un bebé. El baño debe durar solo entre 5 y 10 minutos, pues es tiempo suficiente para controlar la temperatura y evitar la sobreexposición de la piel a productos artificiales.
Utiliza lociones y cremas hidratantes a diario
Después de bañarle, es importante secarle con delicadeza, dándole pequeños toques y sin frotar para no irritar la piel. Además, para cuidar la piel del pequeño o la pequeña es fundamental usar lociones o cremas hidratantes. Recuerda que la piel de los bebés es delicada y muy sensible, por lo que es imprescindible hidratarla a diario. Si tu bebé tiene la piel atópica, deberás usar lociones o cremas ideados para la piel atópica que cuentan con mayor poder de hidratación.
Lo mejor es extender una capa fina de crema tras el baño y aplicarla también en otro momento del día. Además, debes cerciorarte de que la crema esté libre de parabenos, alcohol o perfumes.
Por otro lado, es muy normal que la piel pueda descamarse en sus primeras semanas de vida. Para ello basta con usar una loción hidratante después del baño. En unas semanas estará esa piel como nueva y muy suave.
Recomendaciones para la zona del pañal
Para cuidar la piel del bebé es fundamental cambiar el pañal con frecuencia siempre que lo notemos húmedo o con caquitas. La limpieza debe hacerse desde la zona más sucia, de adelante hacia atrás, para no dispersar la suciedad. Si estamos en casa, evita el uso de toallitas para el cambio de pañal y opta por lavar con agua y jabón. Tampoco es recomendable usar polvos de talco.
Después de limpiar el culito del bebé, deberás asegurarte de que la zona esté completamente seca antes de colocarle el nuevo pañal. Como se trata de una zona delicada, es necesario usar una crema protectora/hidratante que proteja al pequeño/a de posibles irritaciones al entrar en contacto con la orina o las heces. Todo ello para evitar la frecuente dermatitis del pañal.
Ten cuidado si usas perfume
Como hemos apuntado, para cuidar la piel de un bebé se aconseja no usar productos perfumados o con alcohol. No obstante, si quieres perfumarle ligeramente, te recomendamos usar colonia sin alcohol. Vaporizar unas gotas sobre el cuero cabelludo o sobre su ropa bastará para que el bebé huela de maravilla y su piel esté perfectamente cuidada.
Evitar la exposición solar
No conviene exponer directamente al sol más de 5 minutos a los bebés antes de los 6 meses de edad ni usar en ellos cremas fotoprotectoras. La ropa es la forma más útil de protección. Son preferibles las prendas de manga y pantalones largos y de colores claros. Se debe evitar la exposición solar entre las 10 y las 16 horas (18 horas durante los meses de verano)
Además, a partir de los 6 meses cuando salgas deberás proteger su piel con protección solar con factor SPF 50+, así como no exponer al sol en horas centrales. Es recomendable que la crema solar empleada cuente con filtros físicos o minerales y sea resistente al agua.
Prestar atención a los cambios bruscos de temperatura
Por último, para garantizar el correcto desarrollo del bebé y cuidar adecuadamente su piel, te recomendamos no exponerle a altas y bajas temperaturas.
Su piel agradecerá una temperatura estable y templada. El calor o abrigo en exceso puede dar lugar por ejemplo a la sudamina, es decir, la aparición de granitos rojos o blanquecinos en los pliegues de la piel, el área del pañal o en las zonas donde la ropa suele ir más ceñida.
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