Las alergias estacionales son muy frecuentes durante los primeros años de edad. En el post de hoy veremos cuáles son sus desencadenantes y qué hábitos puedes realizar para evitarlas o minimizar sus síntomas.

Prevalencia de las alergias estacionales

Cada año se detectan miles de casos de alergias estacionales en niños. Aunque por supuesto estas también se pueden desarrollar en adultos, las particularidades de su sistema inmune y las primeras exposiciones hacen a este grupo más susceptible a las reacciones. Los padres deben estar atentos a ellas, ya que pueden ocasionar complicaciones moderadas o graves.

Por fortuna existen muchas opciones de tratamiento, así como pequeños cambios durante la temporada estacional que reducen los riesgos.

¿Qué causa las alergias?

Las alergias son causadas por la reacción del cuerpo a sustancias llamadas «alérgenos». Las alergias provocan que el sistema inmunitario reaccione a sustancias inofensivas como si estuvieran atacando al cuerpo.

Algunas alergias son fáciles de identificar en función del patrón de síntomas que sigue a la exposición a una sustancia en particular. Sin embargo, otras alergias son más sutiles, por lo que podrían confundirse con otras afecciones.

Características de las alergias estacionales en niños

Las alergias estacionales en niños por lo general empiezan entre los 2 y los 5 años de edad. La razón de ello es muy simple: durante este rango de edad su interacción con el exterior es mayor, incluso muchos inician su etapa escolar.

Este tipo se desencadenan por alérgenos externos. En concreto, el polen es el alérgeno responsable de las reacciones estacionales. Es posible que los niños ya hayan desarrollado alergias en casa, pero lo más probable es que estas se correspondan con otro tipo (por ejemplo, alergias a la caspa de las mascotas, alimentos o ácaros).

Se puede ser alérgico a uno o a más tipos de polen. El tipo específico de polen al que sea alérgico una persona determinará cuándo aparecerán sus síntomas.

Síntomas de las alergias estacionales

Desde un punto de vista clínico (es decir, por sus síntomas), las alergias estacionales en los niños pueden llegar a ser indistinguibles de otros tipos de alergias.

Estos son los principales síntomas de la alergia estacional en niños:

  • Congestión nasal.
  • Estornudos.
  • Ojos llorosos. Lagrimeo.
  • Picazón en las mucosas. Carraspeo.
  • Nariz que moquea.
  • Picor de nariz u ojos.
  • Sonidos de ronquera.
  • Episodios de inflamación (principalmente en casos moderados o graves).
  • En ocasiones, picazón u hormigueo en la boca y la garganta.

En ocasiones se puede acompañar con signos de asma. Por ejemplo, tos, sibilancias, dificultad para respirar y dolor en el pecho. De hecho, la mayoría de los niños asmáticos también son sensibles a episodios alérgicos. También algunos pacientes desarrollan reacciones cutáneas en forma de brotes durante la exposición, como por ejemplo sarpullidos recurrentes rojos, pruriginosos, secos y, a veces, escamosos.

Causas de la alergia estacional en niños

Como hemos comentado, el polen es la principal causa de las alergias estacionales en niños, existiendo dos grandes temporadas durante el año: primavera-verano y otoño. Durante estas dos temporadas los síntomas serán más acusados.

Los investigadores concuerdan en que los signos son más leves durante las primeras exposiciones a los alérgenos y luego aumenta con el paso de los años. Tanto hierbas, plantas con flores como arboles liberan polen causando alergia estacional.

El polen producido por estos y otras plantas puede viajar cientos de kilómetros en un día con ventisca, de modo que no tienes que estar en un sitio rodeado de naturaleza para desarrollar una reacción.

Consejos para evitar las alergias estaciones en niños

Si descubres que tu hijo desarrolla reacciones alérgicas durante momentos específicos del año es recomendable que consultes con tu pediatra. Puede ser que, además, tu pediatra te recomiende que sea visto por un alergólogo. Tu pediatra o alergólogo no solo indicará un tratamiento para contrarrestar los síntomas una vez estos aparezcan, sino que también indicará una serie de consejos para reducir las probabilidades de que las reacciones aparezcan.

Algunos consejos serían:

  • Cierra las ventanas durante las épocas estacionales.
  • Enciende el aire acondicionado para fomentar la circulación del aire.
  • Fomenta el lavado de manos justo después de llegar a casa. También es prudente cambiarse de ropa (el polen puede adherirse a esta en el exterior).
  • Sé prudente al elegir las horas de ocio fuera de casa (en especial si hay mucha ventisca, durante el mediodía o hay pronósticos de recuentos de polen altos).
  • Seca la ropa en la secadora y/o cuélgala dentro de casa.
  • Si el niño está atravesando una reacción alérgica, además de seguir el tratamiento, báñalo para que se elimine el polen adherido al cuerpo.
  • En caso de que tenga que asistir al colegio durante esta temporada y tenga síntomas intensos o muy molestos, motiva el uso de la mascarilla para reducir las probabilidades de una reacción.

Aplicar estos consejos no evitará al 100 % un episodio de alergia, pero sí reducirá las probabilidades de forma considerada. Es muy importante que sepas qué tipo de alérgeno es el que produce la reacción, así puedes tomar medidas específicas para evitarlo.

Cómo se diagnostica y tratan las alergias estacionales

El tratamiento de la alergia estacional y/o sus complicaciones debe comenzar con su pediatra.

Existen muchos antihistamínicos, descongestivos y aerosoles nasales de venta libre. Sin embargo, es muy importante que consulte a un pediatra para asegurarse de que la alergia y/o el asma de su hijo se diagnostiquen correctamente y se traten los síntomas de forma adecuada.

Para el diagnóstico, tu pediatra podrá pedirte pruebas sanguíneas para averiguar el posible causante de esa alergia estacional.

Si fuera necesario, tu pediatra podría derivar a tu hijo a un alergólogo para realizar evaluaciones complementarias como test de exposición y/o tratamientos adicionales, dependiendo de la gravedad de los síntomas de su hijo.

Hay que tener en cuenta que, aunque una prueba cutánea o un análisis de sangre indiquen la presencia de una alergia, el niño también deberá presentar síntomas para poderle diagnosticar una alergia.

Si se descubren otros desencadenantes (polvo, humo, ácaros o algunos alimentos), incluye hábitos para reducir esta exposición.

Pronóstico de las alergias estacionales

Los estudios al respecto señalan que la remisión de las alergias en los niños es muy alta, pero siempre y cuando estén bajo tratamiento y supervisión de un profesional médico. No descuides por tanto las visitas con tu pediatra o con el especialista, estas pueden hacer una gran diferencia de cara al pronóstico futuro de la condición.

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