El control de esfínteres es un tema que agobia mucho a los padres, por eso en el blog de hoy os daremos una serie de pautas y recomendaciones para ello. Primero, debemos saber que cada niño tiene un desarrollo psicomotor diferente, por lo que no todos estarán preparados para hacerlo al mismo tiempo. No hay que comparar dos niños diferentes, hay que trabajar con ellos y saber reconocer cuando el niño está preparado para dar este paso. Alrededor de los 2 años suelen conseguirlo, pero no hay que frustrarse si nuestro pequeño aún no está preparado.
¿Cómo podemos saber si está preparado?
Para ello deberemos hacer un trabajo previo con él y tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Previamente a dar este paso el niño debe:
- Ser capaz de desvestirse solo (bajar y subirse los pantalones), por eso y solo por eso se inicia en primavera, para facilitar dicha tarea, no porque tengamos que hacerlo en esta fecha.
- Saber diferenciar cuando está seco o mojado.
- Saber identificar el pipi y la caca. Solo llamaremos caca/ pipí a lo que es, ya dejamos de utilizar el término caca para cosas que no lo son.
- Quitar el miedo ante el orinal/váter. Explicar para que sirve el orinal/váter, acercarlo poco a poco. Podemos motivarlos diciéndolo que es para niños grandes. Sirve de ayuda normalizar el proceso, es decir, que nos vean usándolo, así aprenderán por conductas de imitación, o poner de ejemplo a otros niños.
- Evitar el estreñimiento. Importante definir que es el estreñimiento: no solo es no hacer, sino hacer dura, seca, con dolor, con bolitas tipo cabra o enormes. Una vez comenzado el proceso de retirada del pañal es fundamental disponer del tiempo suficiente y no pararlo, para eso es importante realizar un mes antes de la retirada la comprobación de no miedo al wáter, identificar si está preparado tal y como hemos explicado antes y descartar el estreñimiento previo.
- Es un error muy común, que una vez os habéis decidido a quitárselo, si veis que flaquea (se agobia, llora, …) reculéis y volváis a ponerle el pañal. Tampoco hagáis excepciones ni para ir en coche, al teatro o a comprar. Lo único que conseguimos es confundir al niño. Por esto, tenéis que tener claro que vuestro hijo está preparado, que valoréis la situación y decidáis si estáis dispuestos a dar este paso.
También es fundamental que le ayudemos a identificar las señales de pipi o caca, cuando veamos signos de que se está haciendo pipi o caca le preguntaremos: ¿te estas haciendo pipi? ¿te estas haciendo caca? ¿quieres ir al baño?
Y al igual que enseñamos a usar el orinal, debemos de enseñar a usar la cisterna. Una vez llegado a este punto, ya podemos plantearnos quitarle el pañal, pero es importante que mientras tanto creemos una rutina para que el niño se vaya dando cuenta de que comienza un proceso. Tened en cuenta que desde que ha nacido nunca ha tenido que plantearse cómo o dónde hacer pis o caca y por ello es preferible prepararlos para el cambio.
Hay niños que no tendrían ningún problema si la retirada del pañal fuera de un día para otro y de una manera drástica, ya que se adaptan con facilidad a los cambios. Sim embargo, a otros niños, les resulta más complicado este paso. Y por ello nosotros tenemos que darles
facilidades, evitando que se vuelva algo traumático y les genere rechazo ir al baño. Es preferible hacerlo de forma gradual y asegurarnos de que todos los peques dan este paso desde la seguridad y la tranquilidad.
Otro punto importante a destacar: No regañar nunca. Ellos no saben al principio que es hacerse pipi o caca, aprenden desde la experiencia y no lo van a entender hasta que se lo hagan encima y vean los signos que supone habérselo hecho. Tened mucha paciencia durante
todo este proceso.
Por lo que, lo importante al inicio de este proceso es estableced rutinas tranquilas, que se sienten en su orinal o en su váter y se vaya familiarizando. No tengáis prisas en resultados inmediatos, pero si los hubiera, alabad cada pequeño logro. Crear rutinas de asociación, es decir, antes o después de las comidas y antes de acostarme, ir al baño a sentarme en el orinal, procurando sentarlos aproximadamente siempre a la misma hora, siendo después de la comida lo mas indicado. No os preocupéis si no sale nada, esperamos unos 10 minutos y sino los levantamos y lo intentamos en otro ratito. Al principio costara más y habrá que llevarlos mas continuo hasta que consigan hacer pipi o caca.
Cuando esto ya lo lleve haciendo un tiempo, el peque ya será más consciente de que tiene que hacerlo en el baño. Y es entonces cuando nos plantearemos pasar al siguiente nivel, de quitar el pañal. Empezamos quitándoselo durante el día, recordándole muchas veces (cada media hora al principio y posteriormente cada hora) que no lleva pañal.
Lo que es importantísimo es reforzar la conducta que nos interesa. Cada vez que haga pis o caca en el retrete se le debe decir lo bien que lo hace. Puede ser una buena idea confeccionar un panel de éxitos, donde apuntar los días que consiguen hacer bien pipi o caca. Habrá escapes, hay que asumirlo, pero ante esta situación no perdáis nunca la calma. No los regañéis. Simplemente poned cara de sorpresa o desaprobación, preguntarles que ha pasado y recordarles dónde se hace el pipí y la caca. Sobre todo, recalcar, no regañar o enfadarse.
No olvidaros, como hemos remarcado antes, de cuidar el estreñimiento, ya que como no lo controlan puede ser que se aguante, para ello es importante sentar en el váter después de cada comida para aprovechar el reflejo gastro cólico. Y recordamos, de inicio quitaremos el pañal por el día, en momentos que esté despierto, y seguiremos utilizándolo durante un tiempo para dormir la siesta y por la noche.
Más adelante para retirarlo del todo, previamente debe haber controlado este tema durante el día. Y la pauta que tendremos presente para quitarlo en momentos de sueño es esperar a que se levante una semana seguida con el pañal seco. Será en ese momento, y no antes, cuando nos planteemos retirárselo también al dormir, inicialmente en la siesta (ya que al ser menos tiempo es más fácil que lo controle) y cuando se cumpla esa pauta de noche también, ya podremos retirarlo por completo.
Y poco a poco, con paciencia, constancia y cariño obtendremos los resultados deseados.
En resumen:
- No forzarlo si no lo vemos preparado
- Respetar su desarrollo psicomotor
- Fundamental realizar un trabajo previo antes de quitar el pañal (que se sepa bajar el pantalón y ropa interior, que no tenga miedo al orinal, que no estén estreñidos, que diferencien qué es el pipí y la caca, que sepan cuando están secos o mojados)
- Tened mucha paciencia durante todo el proceso.
- Vigilar el estreñimiento.
- Crear rutina de asociación.
- Si veis cualquier tipo de anomalía, consultar con vuestro pediatra.
Para acabar quiero plantear una reflexión que puede resultar polémica. Si hablamos de que cada niño, tiene su tiempo para el control del esfínter, por qué exigimos que al incorporarse al cole todos controlen y si no es así, lo castigamos llamando a sus padres para que interrumpan su aprendizaje y en el peor de los casos se lo lleven a casa.
Todos sabemos que el primer día de cole a los familiares se les explica que los maestros no van a cambiar a el niño, hasta aquí, no soy yo nadie para interferir en cargas de trabajos /o definición del puesto de trabajo. En el caso del niño no normotípico, y pasando por un proceso largo de dictamen escolar se establece la figura de monitor de esfínter, que a mi juicio debería no solo limpiar, sino ayudar a éste, aprender imitando y sin presión.
Cuando el niño es normotípico, o sin dictamen, esta figura es imposible. Desde aquí y con todo lo anteriormente señalado, abogo por este recurso y que nuestros niños no se sientan presionados antes de lo que a veces les corresponde, desencadenando problemas posteriores de miedo al control del esfínter véase enuresis o encopresis. Expongo un recordatorio de los objetivos a nivel de competencias para la autonomía e iniciativa personal para nuestros niños de 3 años: progresión en higiene personal, alimentación, vestido y descanso.
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